Xul
Solar
(Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari)
San
Fernando, 14 de diciembre de 1887 - Tigre, 9 de abril de 1963
Hombre versado en todas las disciplinas, curioso de todos los arcanos,
padre de escrituras, de lenguajes, de utopías, de mitologías, huésped de
infiernos y de cielos, autor panajedrecista y astrólogo perfecto en la
indulgente ironía y en la generosa amistad, Xul Solar es uno de los
acontecimientos más singulares de nuestra época.
J. L. Borges, Prólogo
catálogo exposición. Buenos Aires, Galería Samos, 1949.
PRIMERA APROXIMACIÓN...
La
producción de Xul Solar atrapa a grandes y chicos por la enorme imaginación y
el colorido que despliega en obras de pequeño formato. Sin embargo, poco se conoce
acerca de la profundidad de su lenguaje, en el que se combinan elementos
simbólicos diversos. En épocas de cambios, guerras y crisis, Xul Solar supo
hacer de su arte un espacio sin tiempo, dinámico, habitado por la palabra, la
música y el signo. En estas páginas, se propone una introducción a su historia,
su pintura y sus invenciones, que conforman uno de los perfiles más originales
del arte argentino.
DE
VIAJE POR EUROPA. LA CONFORMACIÓN DE SU IMAGEN PLÁSTICA
Oscar
Agustín Alejandro Schulz Solari emprende un viaje a Europa el 5 de abril de
1912, sin tiempo ni destino, y sin un rumbo profesional determinado. En el
transcurso de los siguientes doce años, transita diferentes ciudades. Allí toma
contacto con la ebullición de los movimientos vanguardistas que reaccionan
contra la tradicional concepción de las Bellas Artes, ampliando sus horizontes
creativos. En París, conoce el cubismo, el futurismo y el expresionismo alemán.
En Munich, también se interesa por la obra y el pensamiento de diversos
artistas, como Vassily Kandinsky y Paul Klee, que ejercerán una gran influencia
en su pintura, aunque no adscribirá a ninguna corriente. En Florencia, entabla
una larga amistad con al pintor argentino Emilio Pettoruti. La avidez de Xul
Solar por la búsqueda del conocimiento y sus múltiples intereses lo llevan, en
esos años europeos, a adentrarse en la lectura de filosofía, religión, culturas
orientales y precolombinas, música, astrología, esoterismo y en el estudio de
diversas lenguas. La suma de todo ello irá dando forma a la imagen de su
personalidad artística.
En su
autobiografía, Emilio Pettoruti relata el modo en que surge el nombre artístico
que tomaría Oscar Agustín Alejandro. Entre ambos, juegan con las diversas
sonoridades, hasta que llegan a la elección de “Xul Solar”, como una
simplificación de sus apellidos -Schulz Solari-, pero también como un reflejo
de lo que efectivamente era, en palabras del propio amigo, un ser “todo luz y
todo espíritu” [1].
EL
REGRESO AL PAÍS
En la
década de 1920, el panorama argentino en materia artística estaba abocado a la
búsqueda de una imagen que representara el “ser nacional” mediante el paisaje
rural y los tipos regionales, tarea a la que se dedicaban, por ejemplo,
Fernando Fader y Cesáreo Bernaldo de Quirós.
En
Europa, en cambio, para esos años ya se había emprendido una importante
renovación de los lenguajes a través de las primeras vanguardias. Xul Solar,
como numerosos artistas, al regresar del Viejo Continente, en 1924, trae
consigo un lenguaje plástico original que asombrará al público local. Junto con
Emilio Pettoruti, organizan una exhibición con el objetivo de generar impacto
en la sociedad porteña.
LA
VANGUARDIA ARTÍSTICO-LITERARIA
Para
1924, la necesidad de renovar las expresiones artísticas da lugar al
surgimiento de un espacio que nuclea las premisas inspiradas en las vanguardias
europeas. Se trata de la revista Martín Fierro, que impulsa al movimiento con
su manifiesto y que reúne en sus filas no solo a artistas plásticos, sino
también a escritores y críticos de arte. Estas figuras constituyen el
denominado Grupo Florida, integrado por personalidades de la cultura, como
Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Leopoldo Marechal, y artistas plásticos,
como Emilio Pettoruti, Norah Borges, el uruguayo Pedro Figa ri y Xul Solar
(quien escribe e ilustra para la revista), entre otros.
“Frente
a la impermeabilidad hipopotámica del ‘honorable público’. Frente a la
funeraria solemnidad del historiador y del catedrático que momifica cuanto toca
[...] Martín Fierro siente la necesidad imprescindible de definirse y de llamar
a cuantos sean capaces de percibir que nos hallamos en presencia de una nueva
sensibilidad y de una nueva comprensión, que al ponernos de acuerdo con
nosotros mismos, nos descubre panoramas insospechados y nuevos medios y formas
de expresión”.
Oliverio
Girondo, Manifiesto Martinfierrista (fragmento), publicado en revista Martín
Fierro, Buenos Aires, 1924.
XUL Y
SU PINTURA
La
pintura de Xul Solar se caracteriza, fundamentalmente, por la utilización de
acuarela y témpera sobre papel, confeccionada en pequeño formato. Durante su
trayectoria, trabaja en distintas líneas creativas en paralelo, sin conformar,
por eso, etapas cerradas. Pero lo que sí atraviesa su obra -y también su vida-
son sus experiencias y creencias esotéricas y místicas (astrología, I Ching,
Cábala). En muchos casos, sus trabajos son la traducción plástica de estas
búsquedas espirituales. En un primer momento, sus pinturas se distinguen por el
uso de formas geométricas que originan figuras que parecen flotar en el espacio
y la utilización de transparencias. (ej c. 1920 Pupo) . De a poco, Xul Solar
empequeñece los personajes, los cuales habitan espacios más profundos y
poblados de elementos, como letras, banderas, símbolos religiosos o místicos,
de diversas culturas orientales y occidentales. Asimismo, la música ejerce una
gran influencia en sus obras, ya que en varias de ellas el artista representa
visualmente el ritmo, la melodía y la danza.
Del
mismo modo, la arquitectura es otro de sus intereses. En sus acuarelas, Xul
imagina nuevos espacios, ciudades futuras o fantásticas. En las últimas obras
que compone, comienza a utilizar signos y símbolos para crear una escritura
plástica. Son las llamadas “grafías plastiútiles”, que consisten en una fusión
entre la pintura y la escritura, con mensajes, en su mayoría, religiosos o
morales. Las frases que resultan de este lenguaje están escritas en neocriollo,
y podrían decodificarse conociendo el complejo código semántico inventado por
el propio artista.
· Nido de Fénices, óleo sobre tabla, ca. 1914, colección privada
· Paisaje con Monumento, óleo sobre tabla, ca. 1914, colección privada, Buenos Aires
· Dos Anjos, 1915, acuarela sobre papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Entierro, 1915, acuarela sobre papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Ofrenda Cuori, 1915, acuarela sobre papel montada en tarjeta, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Reptil Que Sube, 1920, acuarela sobre papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Casas en Alto, 1922, acuarela sobre papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Grafía Antiga, 1939, témpera en papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Fiordo, 1943, témpera en papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Casi Plantas, 1946, témpera en papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Muros Biombos, 1948, acuarela sobre papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Pan Árbol, 1954, acuarela sobre papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Cruz, 1954, madera y acuarela, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Grafía, 1961, témpera en papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
· Mi Pray Per To Min Guardianjo, 1962, témpera en papel, Museo Xul Solar, Buenos Aires
INVENCIONES
La
personalidad curiosa de Xul Solar y sus ideas utópicas lo llevan a inventar e
imaginar excediendo los límites tradicionales de la plástica. Sus innovaciones
buscan acercar el arte a la vida.
Hacia
fines de 1930, desarrolla un juego que partía de la concepción del ajedrez
tradicional, pero cuya dinámica modifica constantemente. Se trata de un juego
complejo, con reglas difusas, que denomina panajedrez o panjuego, “con base
astrológica, con tablero de doce casillas por trece, de acuerdo al sencillísimo
sistema duodecimal; las piezas representan astros o signos zodiacales,
ubicándolas en las casillas a medida que se juega y como mejor parezca a los
adversarios” [3].
Para
Xul, durante la práctica de este juego, cada participante, a través de sus
conocimientos y sensibilidades, debía aspirar a un “perfeccionamiento
espiritual”. Su gran interés por la música lo impulsa a incluir ritmos y
melodías en las acuarelas que realiza y, por otro lado, a intervenir
instrumentos musicales como el piano y el dulcitone. Para ello, modifica de
modo artesanal el piano de su esposa, Micaela “Lita” Cadenas. Redondea y pinta
con colores las teclas, y hace marcas para reconocerlas también a través del
tacto. Su finalidad era simplificar y facilitar el aprendizaje del instrumento.
Inventa
dos nuevas lenguas con el objetivo de favorecer la comunicación y la unión de
los pueblos. Para América Latina, propone el neocriollo, que mezcla el español
y el portugués, y en menor medida el alemán y el inglés. Es importante destacar
que Xul poseía conocimiento de diversos idiomas desde la niñez: hablaba alemán,
por influencia de su padre, e italiano, por el lado de su madre (ambos
inmigrantes), y aprendió inglés y francés en la escuela. También imagina una
lengua de pretensión universal, que denomina panlengua, de carácter
monosilábico, sin gramática, con base astrológica y numérica.
Entre
1951 y 1953, el artista realiza títeres que representan los signos del zodíaco
y a la Muerte, pensados para ser utilizados en obras de teatro para adultos, de
carácter religioso o místico. Las piezas que construyó se pueden articular:
poseen una estructura de alambre, y están hechas de madera y papel maché, entre
otros materiales. Diseñar y pintar sus propias cartas del tarot es otra de las
innovaciones que lleva a cabo Xul Solar, como así también recrear los 64
hexagramas del I Ching.
A MODO
DE CONCLUSIÓN
Xul
Solar fue exponente de la vanguardia nacional y dueño de una desbordante
capacidad creadora: lenguas y escrituras, juegos, arquitecturas, teatro de
títeres, cartas del tarot, I Ching, instrumentos y notaciones musicales fueron
algunas de sus múltiples inquietudes.
Estas
invenciones tuvieron por objetivo universalizar el conocimiento y facilitar su
acceso, además de promover la comunicación entre los pueblos. Si bien su obra
se nutrió de diversas influencias, no puede inscribirse en ningún movimiento
artístico y, así, mantiene un fuerte carácter personal. El conjunto de sus
creaciones y recreaciones debe ser leído como una unidad atravesada por una
profunda búsqueda espiritual y utópica.
“Soy
campeón del mundo de un juego que nadie conoce todavía: el panajedrez; soy
maestro de una escritura que nadie lee todavía. Soy creador de una técnica, de
una grafía musical que permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea
posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo. Soy director
de un teatro que todavía no funciona. Soy el creador de un idioma universal: la
‘panlingua’, sobre bases numéricas y astrológicas, que contribuiría a que los
pueblos se conociesen mejor”[4].
Sugerimos
que trabajen con la obra de Xul Solar en las siguientes áreas curriculares de
la Escuela Primaria y Secundaria:
PRIMER
CICLO Matemática Lenguaje musical Educación plástica
SEGUNDO
CICLO Matemática Lengua Ciencias sociales Lenguaje musical Educación plástica
SECUNDARIA
Lengua y literatura Historia Artes visuales/Historia del arte Música Teatro
1
Emilio Pettoruti, Un pintor ante el espejo, Buenos Aires, Ed. Solar/Hachette,
1968, p. 103
2 Cintia
Cristiá, Xul Solar. Un músico visual. La música en su vida y obra, Buenos
Aires, Gourmet Musical Ediciones, 2011, pp. 98-99.
3 Xul
Solar en Catálogo Xul Solar, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía,
2002, p. 218.
4 Xul
Solar, “Gente de mi ciudad: Xul Solar, campeón mundial del panajedrez y el
inquieto creador de la ‘Panlingua’”, Mundo Argentino, Buenos Aires, 1 de agosto
de 1951, p. 14. Publicado en el catálogo Xul Solar. Panactivista, Buenos Aires,
Museo Nacional de Bellas Artes, 2017, p. 63.
BIBLIOGRAFÍA
Catálogo
El periódico Martín Fierro en las artes y en las letras 1924-1927, Buenos
Aires, Museo Nacional de Bellas Artes, 2010.
Catálogo
Xul Solar: Visiones y Revelaciones, Buenos Aires, MALBA - Colección Costantini,
2005.
Catálogo
Xul Solar. Panactivista, Buenos Aires, Museo Nacional de Bellas Artes, 2017.
Catálogo
Xul Solar, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2002.
Cintia
Cristiá, Xul Solar. Un músico visual. La música en su vida y obra, Buenos
Aires, Gourmet Musical Ediciones, 2011
Mario
Gradowczyk, Alejandro Xul Solar, Buenos Aires, Galería Kramer - Ediciones
Anzilotti, 1988.
Mario
Gradowczyk, Alejandro Xul Solar, Buenos Aires, Ediciones ALBA - Fundación Bunge
y Born, 1994.
Mario
Gradowczyk (Coord.), Xul Solar, Catálogo de las obras del museo, Buenos Aires,
Fundación Pan Klub, 1990.
Emilio
Pettoruti, Un pintor ante el espejo, Buenos Aires, Ed. Sola
FUENTE:
Museo
Nacional de Bellas Artes
Área de
Extensión Educativa Coordinación: Mabel Mayol & Silvana Varela
Textos:
Cecilia Arthagnan Jeanette Gomez Jolis Ana Lobeto
Museo
Nacional de Bellas Artes
www.bellasartes.gob.ar
educacion@mnba.gob.ar
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