El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora anualmente el 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), en la República Dominicana.
En 1999, la jornada de reivindicación fue
asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/134,
el 17 de diciembre de 1999, entendiendo por violencia contra la mujer «todo
acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener
como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la
mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
vida privada», e invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y
organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a
sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las
mujeres.
Año
a año, la violencia contra las mujeres es más visibilizada. En Argentina, así
como en muchos otros países latinoamericanos, el movimiento “Ni una menos”, que
nació para protestar contra la escalada de femicidios que se producen en todo
el país y tuvo su primera marcha el 3 de junio de 2015, puso el tema en agenda
definitivamente. A las manifestaciones cada vez más masivas se le sumó el
primer Paro Internacional de mujeres, el 8 de marzo de 2017.
Pero, aunque en los últimos 60 años –del asesinato de las hermanas Mirabal a la actualidad– se ha avanzado en materia de legislación, todavía existen normas y políticas que no solo omiten, sino que accionan mecanismos que generan mayores desigualdades de género, como por ejemplo la que condena la interrupción voluntaria del embarazo. Son, precisamente, las políticas públicas impulsadas por los Estados las que tienen la posibilidad de erradicar todos los tipos de violencia contra las mujeres, o al menos bregar por eso.
“Alcanzar la equidad de género pasa necesariamente por transformar las reglas sociales y los roles que subordinan a la mujer”, afirmó la directora regional de la ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Luiza Carvalho. La cifra es determinante: el 70% de las mujeres del mundo experimentan violencia en el transcurso de sus vidas.
El objetivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres no solo es llamar la atención sobre la desigualdad, la discriminación, los femicidios y las distintas formas de violencia machista, sino también reclamar la implementación de las políticas públicas que aún faltan para prevenirla y extirparla.
Fuentes: cultura.gob.ar
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